Los colores de los hilos
Bordar es una terapia que practico a diario. Bordar me hace permanecer en el presente pendiente de cada única puntada. La imagen final que se plasmará
en la tela, dependerá de cómo mezclé los colores de los hilos y las puntadas. En el bordado no aplica la rapidez ni el apuro ni el descuido.
Estoy aprendiendo a vivir el presente con lo que tengo porque cada día trae su afán. Las circunstancias son neutras y yo elijo como vivirlas. Entendí que no amanecerá ni anochecerá más de prisa si me concentro, simplemente pasará y no tengo el control para apresurarlo o evitarlo. Entendí que un dolor no duele menos si lo revivo una y otra vez, para que algo no duela debo soltarlo y dejarlo en el lugar que le pertenece.
Todavía no logro descifrar si culturalmente y socialmente se debe aplicar la preocupación para vivir pero sé que preocuparse evita ocuparse en solucionar.
Mis palabras, mis acciones y mi tiempo existen en el presente.
Prestar atención a lo que si tengo y cuando lo tengo es lo más cercano a vivir el presente sin ansiedad que he experimentado.
Me parecía tan difícil vivir sin los pesos del dolor del pasado o del miedo al futuro pero existen métodos diarios para lidiar con los tiempos y tratar de vivir en el hoy la mayor parte del tiempo.
Hoy mientras escribo escucho música y veo muchas nubes, no hay nada más.
El arte nos acerca a la sensibilidad innata que tenemos los seres humanos, nos abre nuevas puertas de autoconocimiento. Cualquier medio artístico dejará como resultado algo salido del corazón, yo espero que sea hermoso.
Carmen Irene